Casi podría afirmar que fue real,
creo que ahora sí estaba despierta.
Fue tan real que aun te respira mi piel,
tan real que mis manos pueden
dibujarte sin cerrar los ojos,
tan real que mis labios todavía saben a ti,
tan real que sigues en el reflejo de mi mirada,
tan real que mis alas no dejan de hablar de las tuyas,
tan real que tu estela sigue navegando por mis venas,
tan real que todavía te exhalo cuando algún suspiro.
Te he soñado tantas veces,
que me resulta confuso distinguir
entre lo real y lo falaz.
No, creo que esta vez no estaba soñando,
por que la despertarme me di cuenta
que ya no siento ese vacío
que tenía cautiva a mi sonrisa.
Adriana
sábado, 13 de marzo de 2010
sábado, 6 de marzo de 2010
así inició esta historia...
... bueno, en realidad inició mucho tiempo atras, como una simple y mortal "fan" pero esto fue lo primero que le escribí...
[escrito el 4 de septiembre del 09]
Cerca.
Llevo tantas lunas soñándote,
suspirándote,
imaginando como sería,
saliendo de la realidad.
No puedo borrar esa sonrisa perfecta,
esa mirada que atrapa,
esa voz que estremece.
Sigo sin creer que te tuve cerca,
es más,
no se si estaba despierta.
Ver tus labios tan suaves y dispuestos,
ver tus brazos tan solos y sin nadie a
quien proteger,
ver esa luz perfecta y sin rumbo
en tu mirada,
esa magia de tu aura que hipnotiza.
Te tuve tan cerca que el miedo
paralizó el impulso,
tan cerca que mis latidos no me permitían
degustar el timbre de tu voz,
tan cerca que no supe ser yo.
No se si fue real
o una vez más soñaba,
pero por lo que alcancé a sentir
me di cuenta,
que el sentirte tan cerca
me hizo volver a vivir.
Adriana
[escrito el 4 de septiembre del 09]
Cerca.
Llevo tantas lunas soñándote,
suspirándote,
imaginando como sería,
saliendo de la realidad.
No puedo borrar esa sonrisa perfecta,
esa mirada que atrapa,
esa voz que estremece.
Sigo sin creer que te tuve cerca,
es más,
no se si estaba despierta.
Ver tus labios tan suaves y dispuestos,
ver tus brazos tan solos y sin nadie a
quien proteger,
ver esa luz perfecta y sin rumbo
en tu mirada,
esa magia de tu aura que hipnotiza.
Te tuve tan cerca que el miedo
paralizó el impulso,
tan cerca que mis latidos no me permitían
degustar el timbre de tu voz,
tan cerca que no supe ser yo.
No se si fue real
o una vez más soñaba,
pero por lo que alcancé a sentir
me di cuenta,
que el sentirte tan cerca
me hizo volver a vivir.
Adriana
Suscribirse a:
Entradas (Atom)