jueves, 7 de junio de 2012

Traigo el alma repleta de sonrisas,
llena de tus recuerdos que 
regocijan el existir,
eso es lo que me quedo,
no tu persona, 
nadie es de nadie;
pero sí lo que me haces sentir.
Por eso te comparto unas letras,
hay sensaciones que ni las palabras
alcanzan a describir, 
esas sensaciones que te llenan de vida
y te impulsan a seguir,
esas sensaciones que despiertan 
el más profundo suspiro,
esas sensaciones que le dan
fuerza a los latidos,
esas sensaciones enraizadas
en la memoria,
esas sensaciones que son 
tan mías que ahogan,
esas sensaciones que te llenan
la cara de sonrisas,
esas sensaciones que secan
cualquier lágrima sin fuerza,
esas sensaciones que hacen que 
te hierva la sangre,
esas sensaciones que explican 
el por qué estamos aquí;
eso me quedo de ti,
lo que siento por ti...


                                     Adriana.
Soñando entre tus brazos,
iluminados por la luna,
atenta al susurro de tu pecho,
respirando tu aliento,
leyéndote en Braille,
compartiendo la piel,
inhalando tu esencia,
inmersos en un mismo tiempo,
siendo parte de la misma historia,
con el calor de tus sentidos,
con la fuerza de tus sueños,
la pasión por la vida;
me inspiraste a suspirar, 
cambiando el rumbo de mis sueños
sentí poco a poco 
descongelarse mi sangre,
mientras se despertaban mis latidos
de ese largo sueño,
me incitaste a volver a creer,
a no dejar de sentir,
a dejarme llevar, 
cerrar los ojos,
y confiar...


                             Adriana